El lector de novelas quiere disfrutar de las historias que lee. Busca evadirse y refugiarse en un mundo paralelo que el libro le ofrece y para conseguir esto y para otorgar a un manuscrito la categoría de publicable, hay unos aspectos cuya calidad y buen funcionamiento debe ser incuestionable. Se trata de la estructura, el argumento, el estilo y los personajes. Si el escritor principiante no ha trabajado bien estas cuatro cosas, el conjunto no se sostiene. Y no estoy hablando de novelas consideradas “literarias” sino de obras para el gran público con vocación de bestseller, aclamadas por muchos los lectores e insufribles para otros. Pero bestseller o no, las novelas deben tener una estructura clara, un estilo cuidado y navegable que no confunda al lector, un argumento con fuerza que arrastre a la lectura y unos personajes creíbles hagan lo que hagan. Pero sobre todo, una novela debe emocionar.
Hace poco trabajé en el análisis literario de un escritor principiante. Su manuscrito de casi 500 páginas que me dio mucho trabajo porque me encontré con problemas importantes de estructura, planteamiento, estilo y personajes que complicaban la lectura y la comprensión de lo que ocurría en la historia. Cuando terminé el análisis literario, avisé al autor de que todavía le quedaba mucho trabajo por hacer en la reescritura de su novela si quería conseguir que sus lectores terminen de leer su libro y no abandonen la lectura a mitad camino.
Estos son algunos de estos errores recurrentes que se deben evitar:
1. No tener claro lo que se quiere contar y liarse uno mismo al narrarlo. Escribir bien no es escribir mucho.
2. No saber guiar al lector por la historia ni llevarle de la mano hasta el desenlace. Dar por hecho cosas que el autor ya conoce pero que no explica al lector.
3. Dejar al lector la sensación de que la historia no tiene final. Un final abierto no significa que la trama principal de la historia o su núcleo queden sin resolver.
4. Creer que escribir una novela es contar una serie de sucesos que no tienen conexión entre ellos y que no llevan al lector a ningún puerto, más bien le marean.
5. Confundir capítulos con escenas. Los capítulos son un giro en la historia y suelen llevar un título o ir numerados. Las escenas forman parte de los capítulos. El escritor debe dar un sentido a los capítulos y a las escenas y no confundir una cosa con la otra.
6. Una redacción confusa, farragosa, con una puntuación excesiva o pobre.
7. Utilizar palabras o términos que no existen y demuestran pobreza léxica y poco o ningún uso de diccionarios.
8. Descripciones o disertaciones innecesarias y demasiado largas que no concluyen en nada concreto que haga avanzar la acción.
9. Llenar la historia de personajes planos y sin justificación en la historia.
10. Describir físicamente a personaje secundarios y figurantes, darles nombres y hacer pensar al lector que son personajes importantes en la trama y luego no volverlos a mencionar a lo largo de la historia.
11. Escribir sin revisar después lo que se ha escrito. Esto hace que sobren demasiadas frases y palabras, por lo que el estilo no es bueno. Si el estilo no es bueno, la novela tampoco.
Y para terminar, si el lector se cansa leyendo, si no entiende lo que ocurre y la historia no le emociona, estamos ante un libro que no tejarler hecho cosas que el autor ya conoce pero que no explica al lector. un libro que no sern perosnajes importantes en la traendrá la categoría de publicable.
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