El arranque del primer capítulo es muy importante para captar la atención del lector y animarle a seguir leyendo. Pero cómo empezar el resto de capítulos de la novela es también fundamental. Para ello, antes de empezar a redactar un nuevo capítulo, el autor debe plantearse una serie de cuestiones y detalles para tener en cuenta antes de ponerse a escribir: ¿Dónde se desarrolla la acción? ¿Dónde están los personajes en el contexto de la historia? ¿Dónde los he dejado y que harán ahora? ¿Cuál es la información más importante que se quiere dar en este capítulo?

Es aconsejable plantearse la acción y las motivaciones de los personajes con un plan previo y si eres un escritor que trabaja así, estas preguntas te ayudarán a estructurar previamente el contenido de los capítulos y a plantearlos de una manera más coherente y atractiva. Pero además, hay varios métodos para empezar los capítulos según el tipo de narración:

1. Un principio basado en la acción

Cuanto antes comience la acción en un capítulo, antes se verá empujado el lector por su impulso. No perdáis el tiempo describiendo detalles de la acción, lo que hay que hacer es mostrarla y para ello hay dos claves que ayudan en una escena de acción: el tiempo y el impulso.Lo mejor es entrar directamente en la acción sin detenerse en detalles sobre los personajes ni en dar explicaciones sobre sus motivaciones. Así se despierta inmediatamente el interés del lector. Para conseguir este efecto hay que ir directo al grano y sorprender al lector para engancharle en la lectura. Es importante entonces que la acción se corresponda con el personaje y con su carácter o forma de ser. Lo mejor es escribir primero la acción y luego la explicación o la reflexión, explicar las motivaciones del personaje una vez a realizado la acción, y no al revés.

2. Un principio basado en la narración

A algunos escritores les gusta empezar los capítulos con un resumen narrativo que sitúa al personaje o describe el escenario donde tendrá lugar la acción. Este método hay que saberlo utilizar bien y con hacerlo sin prisa y con detenimiento porque este discurso narrativo es para una novela, lo que la voz en off para una película, con lo cual hay que detenerse el tiempo necesario para recrear la ambientación y el momento de la escena y como no deja de ser una distracción o una interrupción, el escritor no debe perder de vista que el objetivo primero y último es mantener la atención del lector. Para ello hay que dar suficiente información al lector antes de entrar en la acción: informar del pensamiento o de las intenciones del personaje que no se pueden mostrar con la acción.

3. Un principio basado en el escenario y los decorados

El paisaje, el decorado o el escenario donde sucede la acción tienen una incidencia importante sobre los personajes y el escritor puede decidir utilizar este método para el comienzo de sus capítulos. Esto suele ocurrir en las novelas de intriga, de misterio o fantásticas, donde el escenario suele ser un lugar atípico, diferente y que cobra especial relevancia en la intriga. Pare ello hay que darle al lector detalles visuales concretos que llamen su atención. La descripción puede servir también para darle el tono a la escena o para informar sobre el estado de ánimo del personaje o protagonista.

 

 

Imagen: Photo Dollar Club

 

Fuente: Jordan E. Rosenfeld