Para que tu novela termine con un final de impacto que atraiga la atención de agentes literarios, editoriales y sobre todo que seduzca a los lectores, hay una serie de detalles que debes tener en cuenta en los finales de tus novelas, sea cual sea el género. El principio de una novela es fundamental para captar la atención y enganchar a la lectura, pero los finales son igual de importantes y se valoran mucho en el Informe de lectura que hacen editores y agentes para valorar un manuscrito. Aquí os dejo un listado de lo que SÍ se pueden hacer y de lo que NO se debe hacer
NO añadir personajes nuevos o subtramas
Cualquier nueva aparición en las últimas 50 páginas debe anunciarse antes, aunque sea para crear cierto misterio.
NO describir, filosofar o meditar
Que las descripciones y las meditaciones sean las mínimas al final del libro para darle prioridad al conflicto y a la acción.
NO cambiar el tono, la voz o la actitud
El final no sonará real si de repente la voz del narrador suena diferente a lo que ha sido a lo largo de la historia.
NO recurrir a trucos fáciles
No recurras a giros extravagantes o finales trucados. Si el lector ha llegado al final de tu historia y se ha involucrado en su intriga y en la trama hasta llegar al final, no recurras a trucos fáciles para resolver el conflicto. Esto es muy decepcionante. No hagas que el lector se sienta engañado. Ofrece un final serio, meditado, coherente y sin engaños con el que el lector se sienta satisfecho.
SÍ intentar asombrar
Las sorpresas y las noticias deben ir al final para maximizar la acción y el conflicto. A los lectores les encanta descubrir que un detalle aparentemente sin importancia de la trama que salió al inicio de la novela, tendrá un papel importante al final. Algunos de estos detalles que se incorporaron al inicio de la novela, deberían ser relevantes al final como elementos decisivos.
SÍ conseguir enredar al lector con el desenlace
Intenta conseguir que el lector se involucre tanto en la trama y en la intriga que no pueda dejar de leer hasta que sepa que ocurrirá al final
SÍ resolver el conflicto central
Esto es esencial. El conflicto central de tu novela tiene que quedar resuelto y bien explicado. No tiene que ser siempre un final feliz, pero sí algo que deje satisfecho al lector. A los lectores les gusta quedarse satisfechos con las lecturas y lo más importante, a los editores les gusta agradar a los lectores, así el conflicto de tu novela debe quedar resuelto y bien resuelto.
SÍ conseguir que el protagonista salga victorioso y se salve
No importa lo que haya hecho mal, cuantos errores haya cometido.. deja que el lector piense al final que el protagonista ha hecho lo correcto y que todos sus errores han merecido la pena.
SÍ dejar resueltas la pequeñas cuestiones que se han planteado
No debes dejar flecos o cosas sin explicar, por muy pequeños que sean esos detalles. No dejes al lector con la duda en cuestiones que se han planteado a lo largo de la novela y que han quedado sin resolver o mejor no las menciones. Todas las expectativas que se han creado en el lector, deben llegar a algo aunque no sea relevante o importante antes de llegar al final de la historia.
SÍ reflejar tus palabras finales en algún suceso de la apertura
Si cuando empiezas a escribir ya tienes claro a dónde quieres llegar es más fácil desviarse, hacer giros y cambios en tu historia. Pero antes de escribir el final, vuelve y repasa estas cuestiones que han podido surgir. Es la táctica de la atadura. Se trata de crear la sensación de que tus palabras finales recuerdan a algo que ocurrió en el principio de la novela.
Fuente: Wirittersdiggest