Si estás escribiendo un libro, manual o ensayo de no ficción, debes tener en cuenta que hay muchas maneras de abordar el título de un libro y, además, que los lectores valoran mucho las portadas sugerentes y los títulos atractivos que llaman la atención. Es muy importante para el autor de no ficción que se autopublica encontrar uno que se convierta en su marca personal y que sea reconocible, porque el impacto de tus libros sobre los lectores, editores, libreros y distribuidores será mucho mayor. Un título puede ser directo, reconfortante, interesante, inteligente o extravagante y llamativo… o muchas cosas más. En mi asesoría literaria, cuando trabajo con autores que están escribiendo un manual de crecimiento personal o como asesores en el tema del que son especialistas, el título es un punto importante a tener en cuenta y que valoro en el análisis literario o en el informe de lectura de la obra. Estos son algunos estilos que puedes utilizar según se adapte a tu estilo y al contenido de tu obra:
Directo:
Por ejemplo, el título del manual para autónomos de Blackie Books: Autónomos. La guía definitiva. No se puede ser más directo.
Reconfortante:
El título reconfortante por excelencia podría ser el de la serie de Sopa de pollo para el alma de Jack Canfield y Mark Vistor Hensen, publicado por Alba editorial. Realmente reconforta con tan solo leer el título ¿o no?
Interesante:
Quién me ha robado mi queso. Cómo adaptarnos a un mundo en constante cambio de Spencer Johnson, publicado por Empresa Activa. El título sugerente provoca en el lector interés e intriga por saber qué tiene que ver el queso con poder adaptarse en un mundo en constante cambio.
Inteligente:
La vaca púrpura. Diferénciate para transformar tu negocio de Seth Godin, publicado por Ediciones Gestión. El libro nos enseña como destacarnos del rebaño. Un título así puede hacer que tu libro destaque de los demás libros sin lugar a dudas.
Extravagante y llamativo:
El superventas, Más Platón y menos Prozac de Lou Marinoff — publicado por Ediciones B— no hubiera saltado de los estantes de las librerías a las manos de los lectores si se hubiese titulado: ¿Puede la filosofía combatir los problemas cotidianos?
Estas son cuatro ideas para que tú, como autor, decidas cual de ellas encaja mejor con el contenido de tu libro y con estilo como escritor, para que llame la atención del lector con tan solo leer la portada.
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