El flashback es una técnica retrospectiva que se utiliza a menudo en el  cine y en la literatura. Lo que se consigue con el flashback es trasladar la acción al pasado para situarse en un  momento importante para el personaje y explicar mejor lo que le ocurre en el presente. Para que funcione hay que hacerlo de una manera que aunque se rompa la secuencia cronológica de la historia, el conjunto  de la narración se entienda bien y la historia principal no pierda relevancia.

No sería correcto utilizar esta técnica de manera arbitraria o caprichosa en la narración porque su utilidad es que la acción siga avanzando a pesar de que se intercale un suceso anterior. A los autores con los que trabajo en mi Asesoría Literaria les insisto en que la técnica del flashback bien utilizada puede añadir riqueza y profundidad a la narración y a la historia, además de darle más sentido y emoción a los hechos. Os dejo unos consejos sobre cómo utilizar esta técnica en vuestras novelas:

1. Encontrar un desencadenante

Cuando recordamos es porque algún detalle, algún olor o algo que vemos nos trae a la memoria ese recuerdo del pasado en particular porque los recuerdos no surgen sin un motivo aparente. Encontrar un estímulo externo que provoque ese flashback en vuestro personaje es muy importante para que la acción siga avanzando con naturalidad. Tiene que haber algo externo que provoque ese traslado al pasado.

2. No te alargues

Es mejor que los momentos de flashback sean los justos y que sean clave para el desarrollo de la narración. No utilices esta técnica  sin un motivo aparente y tampoco la alargues demasiado para  no interrumpir demasiado la acción. Cuando el lector tiene que pasar por muchas páginas de recuerdos, a menudo se cansa. Podría dar la impresión de que si tu personaje tiene tantos recuerdos importantes para él y para la trama, quizá sería mejor integrarlos a la cronología de la narración, más que narrarlos a través de la técnica del flashback.

3. Encontrar la manera de regresar al presente

De la misma manera que el personaje de vuestro relato tiene que encontrar una estímulo externo que le lleve al pasado, hay que resolver correctamente  la manera de hacerle volver al presente. Si tu personaje  va en el tren  y de repente ve a una pareja discutir, este momento le lleva a recordar una discusión muy fuerte que tuvo en el pasado con su mejor amiga a la que hace mucho que no ve. De repente, un aviso por la megafonía del tren anunciando la siguiente parada la hace regresar al momento presente. Así, el lector comprenderá mejor el motivo por el que el personaje regresa al presente y  esto le ayudará a continuar con la lectura  y a volver a situarse en el lugar en el que se encuentra la narración.

4. Utilizar el flashback solo si es necesario

Esta técnica debe utilizarse sin abusar y solo cuando el autor no encuentre otra manera de relatar esa información importante para el desarrollo de la historia y para el personaje. Cuando se utiliza mucho el flashback parece un recurso fácil y “recurrente” y se corre el peligro de que el lector no sepa entonces cuál es la trama principal de vuestra narración, si lo que se cuenta en tantos flashbacks o la historia de fondo. El abuso de esta técnica pueda dar como resultado que la trama principal pierda intensidad y  protagonismo a favor de los recuerdos recurrentes del personaje.

5. Que la historia no se atasque

La intriga de vuestra novela debe ser más importante que los personajes, por mucho peso que el personaje tenga en la historia y por eso todas las técnicas que se utilicen deben ayudar a que la trama y la acción avancen, además de ayudarnos a conocer mejor a los personajes principales de la historia. Como en la vida real, conocemos a los personajes de una novela como conocemos a la gente que nos encontramos, viviendo el presente, día a día y no siempre necesitamos conocer detalles de su pasado  o su infancia para crearnos una opinión de esta persona. Por eso, contar detalles de la infancia del personaje, además ayudar al autor a construir su biografía, debe ayudar a que la acción avance y no atascarla en detalles que ralentizan el ritmo y la trama. Antes de utilizar esta técnica piensa bien su utilidad tanto para el desarrollo del personaje en cuestión como para el desarrollo de la trama.

En conclusión, la técnica del flashback es una manera muy buena de darle profundidad, riqueza y emoción a vuestros relatos, siempre que se utilice con sentido y adecuadamente en el momento oportuno del relato y siempre sin abusar de los recuerdos.