Algunos autores con los que trabajo tienden a narrar sus historias o relatos de una manera abstracta y conceptual pensando que  este tono le das más categoría a sus textos, pero no es así. Hay que tener en cuenta que trasformar el pensamiento abstracto en palabras concretas no es fácil y aquí es donde algunos autores patinan escribiendo textos poco navegables y difíciles de interpretar y de leer por los lectores.

La conversión de las ideas abstractas o los sentimientos a  hechos concretos ayudará a que los lectores capten el sentido de nuestras  abstracciones  para que se pueda establecer esa conexión fundamental entre el autor y el lector.

Cuando un autor sabe cómo convertir lo abstracto en concreto su obra ganará en visualización, claridad, identificación y humanidad:

  • Visualización

 El uso de un lenguaje más concreto que abstracto nos ayudará a ver mejor o a visualizar las ideas del autor. Utilizar sustantivos, adjetivos y verbos concretos le dará vida a los sentimientos y a las ideas que el autor quiere trasmitir en sus textos y los lectores se identificarán mejor con los hechos y las escenas. Si el autor  evita un lenguaje abstracto  y escribe de manera concreta  sus textos serán más creíbles.

  • Identificación

 La empatía es fundamental para que un lector conecte con una lectura y la concreción ayuda a que se cree esta empatía. Lo importante es que el autor sepa expresar de manera concreta las abstracciones que tiene en su mente, ya que los lectores se identifican con personas y hechos concretos no con los conceptos.

  • Claridad

Y una cosa trae la otra, es decir, para ser concretos hay que expresarse con claridad. Por ejemplo, si utilizamos la frase “vestía de manera gris, apagada y sin ganas” cuando queremos describir a una persona que está deprimida, esta descripción será más concreta para el lector que decir “María estaba deprimida”.

  • Humanidad

Finalmente, cuando un relato es concreto y explica los hechos con claridad, el lector se identifica más con lo que el autor quiere trasmitir porque resulta más cercano, más humano y por tanto se genera más empatía entre el lector y el relato. Si le cuentas a alguien que estás preocupado y confuso pero no explicas el porqué, no habrá tanta conexión y tu interlocutor no entenderá bien tu estado de ánimo. Escribe de manera concreta y con  claridad para que  tu relato resulte más humano y cercano.

 

 

 

Imagen: Photo Dollar Club

 

Fuente: Escuela de escritores