“Diálogos vivos, punzantes, sorprendentes y divertidos. El diálogo ayudará a definir al personaje y hará avanzar la acción” George V. Higgins y Elmore Leonard.
En el fantástico manual de Andreu Martín Cómo escribo novela policíaca dedica un capítulo a hablar de la importancia del diálogo y creo que muchos de sus consejos son aplicables ya no solo para la novela policíaca sino para cualquier género narrativo. Como dice Martín, el dialogo —además de vivo, punzante, sorprendente y divertido, debe ser útil.
Es habitual que lleguen a mi asesoría literaria, autores que escriben diálogos muy ingeniosos, brillantes o elaborados pero que no sirven para nada porque no hacen avanzar la acción ni la trama. En estos casos el ritmo se vuelve lento y esos diálogos solo consiguen frenar el desarrollo de la historia y adormecer al lector. Lo mismo ocurre con los diálogos anodinos o que repiten lo que ya sabemos o lo que han dicho otros personajes. Estos diálogos realmente hacen plantearse la lector si continuar o no con la lectura.
Por eso, como muy bien señala Andreu Martín, “…. antes de describir el encuentro entre dos personajes, debemos plantearnos cómo lo han preparado en su imaginación, el “cuando me pregunten esto, les diré eso otro..” o el “oh, cielos, ahí viene fulanita ¿y ahora que le digo?. Si conocemos la disposición, tendremos que establecer qué es lo que, como autores, deseamos que salga de ese diálogo”.
Por otro lado es importante tener en cuenta que los diálogos, para que sean interesantes, necesitan un conflicto. Que puede ser la timidez de uno, la desconfianza de otro… De la misma manera que el autor debe considerar también cuando este escribiendo un diálogo, la personalidad de los personajes que intervienen, es decir, cuál es su situación particular y su manera de expresarse porque no todos los personajes debe hablar igual.
Porque como se indica en este manual: “los personajes deben tener vida y la vida es orgánica, no mecánica” y esto se consigue con diálogos vivos y útiles.
Fuente: Cómo escribo novela policíaca. Andreu Martín
Imagen: Dimitry Rathusny on Unsplash