La fantasía no es exactamente una vía de escape de la realidad. Es una manera de entenderla. Lloyd Alexander, escritor americano de novela fantástica (1924-2007)
Mundos que podrían ser el nuestro o no, o quizá un mundo que es una mezcla del nuestro y de otro diferente… El Bien y el Mal en constante batalla y el Mal intentando ser siempre el vencedor… Hasta que un personaje audaz, valiente y mágico, que puede ser humano o no, se une al combate para derrotar al Mal. Esto sería en pocas palabras una definición realmente muy sencilla de qué es el género fantástico, pero que lo resume muy bien. La novela fantástica es un género sorprendente que he tenido la suerte de trabajar y conocer más a fondo con algún autor en mi asesoría literaria; el trabajo creativo en cuanto a estructura, personajes y argumento es impresionante. En el libro Writting sucess: your book from start to finish to publication se explican algunas claves para entender este género que sigue teniendo lectores fieles y que os resumo a continuación:
1. En las novelas fantásticas, la magia tiene un papel y una función relevante incluso en el mundo real y en el día a día. Porque no existe fantasía sin magia. Y esa magia está siempre allí, de una manera o de otra y es utilizada al mismo tiempo por los héroes y por los villanos. Normalmente, la magia y los poderes del Mal parecen más fuertes hasta que al final es vencida por el Bien.
2. Los personajes que luchan del lado del Bien serán puestos a prueba; algunos no lo conseguirá y otros sobrevivirán. En otros géneros literarios el autor se arriesga a ser odiado por los lectores si muere alguno de sus personajes principales. Pero en el género fantástico, hasta el personaje más querido y apreciado corre el riesgo de ser atravesado por la espada del Mal y morir en el intento.
3. Al final, el Bien gana. La batalla habrá sido larga y habrá costado muchas vidas… pero el Bien siempre vencerá…
Escribir novela fantástica requiere de una gran habilidad. Otros géneros literarios sitúan la trama en nuestro mundo; un mundo que nos resulta, al menos, familiar. Pero en la novela fantástica esto no ocurre; los mundos, personajes, idioma, cultura, creencias son diferentes a lo que estamos acostumbrados y esto supone un reto tanto para el escritor como para el lector que se adentra en mundos desconocidos dominados por poderes sobrenaturales, magia y fantasía sin límites. Crear historias fantásticas requiere crear mundos enteros y esto es realmente admirable.