Una de las grandes dificultades de escribir un diálogo de ficción es cuando uno de los personajes es extranjero  y el escritor intenta reproducir un dialecto o una dicción y hacerlo sonar natural; esto es un gran reto. Si no se hace correctamente, el autor corre el riesgo de convertir a sus personajes en caricaturas, además de estereotipar, sin darse cuenta, a un personaje extranjero por su acento. Y al mismo  tiempo confundir al lector con palabras mal escritas que no entiende. En este artículo os doy algunas claves sobre cómo conseguir que vuestros personajes extranjeros suenen naturales y creíbles para no caer en la caricatura ni el ridículo.

1.Evita que el personaje hable nuestro idioma perfectamente y que de repente diga monsieur o signorina. Por lo general, este tipo de palabras que el autor utiliza en una conversación entre sus personajes, son las que un extranjero aprende primero en un idioma, por lo que suena artificial y quizá ridículo.

2. Es mala idea también reproducir por escrito el acento o la forma de hablar del personaje extrajero. Por ejemplo, un inglés diciendo: “Yo mi gusta ser conti because tu eres juapa y gustar mi mucho”. Reproducir la forma de hablar no resulta convincente.

3. Si quieres reproducir un acento que cecea, con un poco es suficiente, no hace falta exagerar. Y nunca intentes reproducirlo como suena: “ No zé que cozaz m’eztaz diciendo, muhe. Vete pa lla”. Así, lo único que consigues es darle un trabajo extra al lector que tiene que descifrar el mensaje y quizá no tenga tanta paciencia. Será suficiente con que pongas algunas palabras, para darles ese tono local. Pero sin exagerar.

4. Otro problema es cuando el escritor quiere reproducir la forma de hablar de los analfabetos: “Su vai a entera, atajo de pasmao”. Los analfabetos o los ignorantes pueden hablar bien y puesto que su personaje está hablando y no escribiendo, sobran las faltas de ortografía.

Entonces, ¿Qué recursos utilizar para evitar hacer caer a tus personajes extranjeros en la exageración o el ridículo?

  1. Uso de verbos: cuando estás aprendiendo una lengua, lo más fácil es aprender primero el presente, antes que otros tiempos verbales más complicados. Para escribir un diálogo creíble con un personaje extranjero, un buen truco es, por ejemplo, que solo utilice el presente aunque sea incorrecto: Así, en lugar de escribir “Si voy a nadar cinco veces esta semana, habré conseguido un récord” puedes decir “Yo nado cinco veces esta semana, así que tener un buen récord”.

2. Intenta escribir los diálogos de tu personaje extranjero primero en un castellano estándar. Antes que nada averigua qué quiere decir y luego preocúpate de cómo lo dirá, estudiando el acento de su región o país, la sintaxis y la dicción, luego vuelve al diálogo y trata de adaptar lo que has aprendido de la lengua nativa de tu personaje.

3. Antes hemos dicho que en un diálogo no se deben utilizar las palabras obvias que son las primeras que un extranjero aprende: mon cheri, mein lieber, bonjour,… Se pueden utilizar como pistas, sin abusar de ellas y sin que se conviertan en el rasgo distintivo de este personaje. Decir una frase así, por ejemplo, sería exagerar: “Será magnifique” —dijo Antoine despidiéndose de Marta—. ”Au revoir ma chérie, hasta mañana

4. Otro recurso es escribir el diálogo en castellano y simplemente describir el acento a los lectores: “Podríamos ir a tomar una pizza —dijo Giovani con su meloso acento italiano».

5. Aprovéchate de la confusión que los verbos ser y estar causan a los extranjeros: “Yo soy encantado de estar hoy aquí” “Soy cansado de tanto correr”….

6. Sé implacable y si tu personaje comete algunos errores al hablar en un capítulo, en el siguiente capítulo procura que no hable perfectamente y el error que cometió se le haya olvidado para siempre.

7. Léelo en voz alta y así verás si suena convincente y real.

Es importante que muestres respeto por tus personajes y no los conviertas en parodias de sí mismos haciéndoles sobreactuar en sus diálogos. Es mejor usar estas técnicas de manera prudente y conservadora para hacerlos más auténticos. Encontrando el tono y el recurso adecuado, evitarás tener que repetirte, y utilizando los acentos, la dicción y los diálogos con cuidado y moderación te evitará parecer irrespetuoso con la cultura, etnia, región, cultura o educación de los personajes. El objetivo del escritor es dar al lector personajes auténticos y creíbles.

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