Hace dos años tomé la decisión de reinventarme y hacer algo que no me quitaba de la cabeza: montar una asesoría literaria.  Para hacerlo, primero tuve que tomar una decisión muy difícil:  abandonar la zona de confort que supone trabajar para un gran grupo editorial y dejar atrás la tranquilidad que aporta recibir tu nómina cada mes. Llevaba mucho tiempo dándole vueltas pero no me atrevía, entre otras cosas porque no eran ni son buenos tiempos para los libros  ni para los escritores, pero tenía que hacerlo; era ahora o nunca. Y me lancé. Lo hice. Y con la idea en la cabeza empecé a pensar en cómo hacerlo, cómo acercarme a los escritores, qué servicios ofrecerles y cómo conseguir una relación  duradera e interesante tanto para los autores como para mí a través de una página web.

Y la idea tomó forma en la  Asesoría Literaria Ana Vidal. Para mí era muy importante sentirme totalmente identificada con la imagen de la web y que su contenido fuera muy claro y transparente en cuanto a qué ofrezco a los autores, cómo  y por qué precio. Sabía que poner en marcha un proyecto literario de este tipo —que tendría que ser mi forma de vida— abriendo una ventana al mundo desde Internet podría resultar muy difícil si no lo hacía bien y  no lo trabajaba con disciplina y constancia. Por otro lado, si funcionaba y la página web ganaba visibilidad, las posibilidades podrían ser infinitas…

Ahora, cuando me contactan autores que viven en ciudades tan dispares  de la Península como Sevilla, Madrid, Las Palmas de Gran Canaria, La Palma, Vitoria-Gasteiz, Barcelona, San Sebastián, Pamplona… o escritores de habla hispana que viven en  París, Dubai, Port Moresby (Papúa Nueva Guinea), México D. F, Roma, República Dominicana… veo mi asesoría como una ventana por la que se asoman autores de todo el mundo.  Generar confianza en  quienes se ponen en contacto conmigo y  me confían la lectura de sus obras y su análisis es una inmensa satisfacción. Por eso creo que hace dos años acerté con la decisión de dar un giro tan importante a mí vida y dedicarme a la asesoría literaria.

Escribir pese a todo, pese a la desesperación. Marguerite Duras

Siempre insisto en que el escritor y su obra son un material muy sensible y hay que trabajar sus manuscritos con gran respeto, delicadeza y honestidad para poder ayudarles a mejorar sus obras. Creo que un asesor literario tiene que ser muy sincero con el autor y no hacer informes en los que todo es positivo para que se sientan bien y satisfacer egos. Trabajar con ellos directamente desde mi asesoría me permite hacerlo de una manera muy directa, dedicando el suficiente tiempo a cada obra y la atención personalizada que cada uno de los autores se merece.

Recurrir a los servicios de una asesoría literaria, aunque está muy extendido en países como Francia o Reino Unido —los dos son países en los que se escribe y se lee muchísimo…— en España es todavía algo muy novedoso y los autores lo miran con mucha precaución porque supone hacer una inversión en un libro que han escrito y que aún no les ha generado ningún tipo de beneficios… Pero creo que en general,  y yo diría que casi todos los autores con los que he trabajado y con los que trabajo, se han dado cuenta de los importantes beneficios que un informe de lectura, un análisis literario o la corrección de estilo puede aportar a sus obras antes de enviarlas a las editoriales o a las agencias literarias o en el caso de que se vayan a autopublicar ellos su libro.

Algunos escritores aumentan el número de lectores; otros sólo aumentan el número de libros. Jacinto Benavente

Porque se escribe mucho, quizá demasiado, ahora que Internet —y en especial Amazon— ha democratizado la escritura, pero no todos los libros son buenos y no todos los autores son escritores por el hecho de haber escrito un libro. Creo que es muy importante para el autor pasar por el filtro y la opinión de un asesor que le oriente y ayude a mejorar su obra y a hacerla más publicable y vendible, si realmente tiene posibilidades. Así que ya sabéis dónde encontrarme si necesitáis una opinión profesional, imparcial y sincera sobre vuestras obras de Ficción y de No Ficción.