Me encantan los buenos thrillers. Disfruto mucho con una novela policíaca y de suspense bien escrita, con una intriga atractiva y unos personajes que te atrapan desde el primer momento. Como ya he comentado en otro artículo, escribir un buen thriller no es nada fácil, requiere gran destreza y utilizar unos recursos concretos con gran maestría. No hay nada peor que un thriller inconsistente y falto de suspense y credibilidad. Aunque, como ya he comentado, no hay recetas mágicas porque entonces sería demasiado fácil escribir un libro y no tendría ningún mérito. Lo que sí hay son una serie de elementos que aparecen en las buenas novelas de misterio y suspense. Trucos y estrategias que pueden sentar las bases de vuestra novela para tener al lector en vilo. He recopilado algunos recursos y técnicas infalibles que un escritor de thriller y novela de suspense no debería perder de vista. Estos consejos os ayudarán a que vuestros lectores contengan la respiración mientras leen la novela y por qué no… a que se les hiele la sangre…

1. Miedo

Los thrillers suelen arrancar con una historia maquiavélica que hay que detener o una serie de asesinatos que hay que investigar e impedir. Los personajes suelen ser personas inocentes que están en peligro. El término thriller en inglés significa “sufrir”, así que el miedo debe ser un componente obligado en vuestras novelas de suspense, la emoción dominante. Normalmente el héroe de la novela se encuentra solo antes el peligro, está asustando y siente miedo a morir. Y si el thriller está bien escrito, el lector sentirá lo mismo por empatía hacia el personaje. Esto es muy importante, la empatía del lector hacia el miedo del personaje.

2. Punto de vista

El thriller suele construirse alrededor de diferentes puntos de vista y esto permite dar vida a personajes secundarios. Cada personaje piensa que se trata de su propia historia, por lo que cada uno tiene motivaciones, emociones y miedos diferentes. Esto suele ocurrir con los personajes “crueles” que aunque se miren en el espejo no ve al “malo de la historia” reflejado en él. Por el contrario, estos personajes suelen pensar que sus actos crueles no lo son. Esta diferencia en los puntos de vista permite al lector tener información diversa y valiosa a modo de caleidoscopio, al mismo que in formación técnica e interesante para seguir la trama y el argumento, al mismo tiempo que se consigue una gran tensión dramática. Cuando el lector conoce los planes del asesino que el protagonista no conoce aún, el suspense y la intrigan están asegurados.

3. El antihéroe

El personaje más importante de un thriller suele ser el asesino o el malvado que es en definitiva quien alimenta y nutre la intriga. Es a él a quien hay que detener. Es el quien comienza la acción, mientras que el héroe es quien le da su carácter y personalidad a la historia. Por lo tanto el lector sentirá empatía por el héroe que suele ser un detective, inspector de policía o la víctima. Y este sentimiento de empatía se refuerza si el personaje es un antihéroe, con fallos, inseguridades y que comente errores. El lector se siente más cercano de un héroe que se equivoca que de los que se muestras perfectos, infalibles e inhumanos.

4. Búsqueda o investigación

En un thriller, la búsqueda del héroe suele ser para detener un crimen. Esta búsqueda es por partida doble. Por un lado, la búsqueda pública que se identifica con la del detective o comisario que intenta detener al asesino. Por otro estaría la búsqueda privada del protagonista, la lucha con sus demonios interiores que pueden ser una adicción como el alcoholismo, la soledad, el abandono, la muerte violenta de algún miembro de su familia…o la culpabilidad. Esta lucha interna será lo que dé vida a vuestro héroe (o antihéroe, mucho mejor) y le hará humanizarse frente al lector. El protagonista debe hacer frente a las dos luchas, por un lado la pública y por otro la personal.

5. Acción

Lo normal es que un thriller cuenta una historia en la que se intenta detener un asesinato y descubrir al criminal. Por este motivo estas novelas suelen empezar con una escena violenta o amenazadora con la que consigue enganchar al lector desde el principio.

 

Y como ejemplo, para quienes hayáis visto la película o si no la habéis visto y os gustan los buenos thrillers, no dejéis de leer  la historia de Haniibal Lecter en El dragón rojo de Thomas Harris y la segunda parte en la que se nadó la película El silencio de los corderos, basado en su libro El silencio de los inocentes. Escalofriantes… una lectura de miedo….mucho mejor que las adaptaciones al cine.

 

Fuente: Gary Brever, The writer