Empezar una novela puede resultar apasionante o estresante. Cuando llega el momento de enfrentarnos al “papel en blanco” o a la “pantalla vacía” es la hora de la verdad y al escritor le entran dudas, miedos, complejos. ¿Lo haré bien? ¿Podré continuar? ¿Será un buen argumento? Pero por algo hay que empezar y solo puede ser por el primer capítulo. Para los escritores que empiezan, aquí tenéis estos consejos sobre cómo enfrentarse a lo que puede ser el comienzo de tu libro:
1. ¡Atrévete!
Algunos escritores empiezan a escribir como en voz bajita, de manera muy humilde, como si no se atrevieran a manifestarse ante el lector desde el primer capítulo y entran en la historia despacito… en sigilo… discretamente…Pero se trata de todo lo contrario. El escritor tiene que encontrar su propia voz y su estilo desde el primer capítulo, que tiene que ser como un concentrado de lo que el lector se encontrará en el resto del relato. Cuando el escritor duda, se nota. El lector pierde confianza y la inercia suficiente para seguir leyendo. Hay que motivar a los lectores desde la primera línea de vuestros relatos. Cuando el principio del libro es bueno, el lector seguirá leyendo.
2. Selecciona el punto de vista y el tiempo de la acción
En el primer capítulo es cuando se define la voz narrativa. Lo más tradicional era y es utilizar la voz en primera persona o en tercera y narrar el relato en pasado. Pero también hay novelas que mezclan diferentes puntos de vista y distintos tiempos. Tenéis que escribir de la manera que os parezca más adecuada para vuestro relato, siempre que sea coherente y que se entienda y esto se tiene que hacer ya desde el primer capítulo.
3. Empezar el relato con naturalidad
Las buenas novelas se desarrollan siempre de una manera fluida y natural ya desde la primera línea. Un relato escrito con naturalidad y sin artificios es un relato navegable, agradable de leer. Y esto debería ser así desde la primera línea. Cuando el lector se encuentra con frases rebuscadas, términos abstractos e ideas explicadas de manera complicada es fácil que pierda el hilo y el interés. Pero a veces no es fácil saber por donde o cómo empezar a plantear la intriga de un relato. Así que es importante encontrar esa manera de arrancar la historia de una manera natural, que no resulte artificial o forzada. El escritor, antes de empezar, debería hacerse esta pregunta: ¿Cuáles son los elementos absolutamente necesarios que hay que explicar para el comienzo de la intriga…? Y una vez que el escritor decide esta cuestión, hay que entrar directamente en la acción de manera natural.
4. Presentar enseguida a uno de los personajes principales
Esto puede parecer evidente, pero a veces, los escritores noveles no lo hacen. A veces se presenta al protagonista dando un rodeo haciendo que un personaje secundario o varios hablen de él o de ella.
Esta técnica también puede resultar interesante, pero no para empezar el relato. Lo ideal es ser más directos ya desde el principio. El lector debe saber lo que el protagonista piensa, lo que busca, lo que quiere saber…lo que siente. Aunque esto no quiere decir que se tenga que decir absolutamente todo sobre este personaje, pero si lo suficiente para que ayude al desarrollo de la intriga y para construir un sentimiento de empatía del lector hacia el protagonista de la historia.
5. No agobies ni canses al lector con largas descripciones en el primer capítulo.
Otro error es querer describir mucho en el primer capítulo, contarlo todo, hacer descripciones demasiado detalladas. En el primer capítulo no es necesario dar al lector una descripción exacta de donde suceden los hechos, dar el color de todos los objetos , el olor de cada flor, la forma de cada nube o cada sonido de la calle. Hay que ser más imprecisos, esbozar la escena, no dibujarla al detalle. El escritor podrá ir completando la información más adelante. Claro que hay novelas cuyo primer capítulo se centra en la descripción minuciosa y detallada del paisaje y el escenario, pero esto ocurre cuando el paisaje se ha pensado casi como un personaje más de la historia. Pero aún en este caso, el paisaje se presenta a través del protagonista, de cómo lo vive este personaje, no deberían ser meras descripciones, sino que de alguna manera el paisaje va ligado al protagonista.
Imagen: Photo Dollar Club