Todos los autores con los que trabajo desde mi asesoría literaria tiene que empezar a reescribir sus novelas o relatos una vez que reciben el análisis literario o la corrección de estilo. Y reescribir debería ser un placer para el escritor, una nueva aventura que le enfrenta a su texto y a sus dilemas. Primero el escritor tiene que escribir desde dentro, dejándose llevar, con la libertad interior que le da esa inspiración con la que escribirá su obra. Luego las técnicas enseñarán y ayudarán al escritor a reescribir su historia, a pulirla y sacarle todo el potencial, eliminado lo que sobre y resaltando sus cualidades.

Hay que escribir encontrando las palabras acertadas y un lenguaje propio y personal, que te diferencie del resto. Pero esto no se suele conseguir en el primer borrador. Y ahí reside la importancia de la reescritura: el momento en el que se detectan los posibles errores de forma y de fondo y cuando el escritor puede mejorar el texto realmente. Un autor no debería enviar nunca el primer borrador de su novela a un editor o a un agente literario. Tiene mucho que perder si lo hace. Las prisas por publicar no son buenas, salvo que alguien te asegure que es una obra maestra o un diamante en bruto. Es en el momento de la reescritura cuando el autor descubre sus fallos y sus logros, puliendo unos y potenciando los otros.

Pero para ello, el autor tiene que ser tolerante hacia las críticas y convertirlas en trabajo y mejora de su texto. Hay que valorar y potenciar los aciertos y aceptar las críticas.

Os dejo unos cuantos consejos y ejemplos muy claros e importantes de Silvia Adela Kohan que suelo tener en cuenta en las correcciones de estilo y análisis literarios de mis autores:

1. No abusar del sustantivo abstracto.

En lugar de utilizar sustantivos como ”bondad, libertad o alegría” referidos a un personaje o situación, mejor sustituirlos por un hecho concreto: Si decimos “Paco Paredes amaba la verdad, la libertad y la justicia” se nos da una idea muy abstracta del personaje, pero en cambio si decimos lo mismo pero de otra manera : “Paco Paredes se enfrentó al general aunque conocía las consecuencias de su osadía”, la definición es mejor y el lector se crea una expectativa ¿Qué le sucederá a Paco Paredes?

2. No colocar un adjetivo cuando el sustantivo basta para expresar la idea

gota y no gota resbaladiza; soledad y no soledad aislada…

3. No emplear adjetivos huecos, vagos, que no tienen carga emotiva como:

estupendo, maravilloso, preciosos, bonito, extraño, delicioso, inconfundible…

No: manzana deliciosa.

 4. No usar los adjetivos como adorno de los sustantivos.

 5. No emplear adjetivos redundantes, si no cumplen una función específica

Baño de sangre roja

 6. No utilizar comparaciones forzadas o desproporcionadas.

 7. Fundamentar los cambios de tiempo verbal.

 8. No empezar narrando en pasado y pasar al presente de repente, sin darse cuenta, en el mismo párrafo o párrafos sucesivos.

 9. No abusar de los pronombres personales:

Dijo él… contestó ella.. él agregó… ella añadió…Combinar los pronombres personales con nombres propios o genéricos: Dijo Ángel… y su mujer contestó… él agregó… Matilde preguntó.

10.No abusar de los nexos que aunque ocupan poco lugar y pueden pasar inadvertidos, si hay muchos resultan molestos.

No abusar del nexo “que”: “Me dijo que el cadáver, que estaba cubierto de hojas y que estaba allí desde la noche anterior, no tenía identidad comprobada”. Quedaría mejor así: “Me dijo que el cadáver, cubierto de hojas, y aparecido la noche anterior, no tenía identidad comprobada”.

 

Imagen: Photo Dollar Club