Estoy casi segura de que una de las claves del éxito en el trabajo de un escritor es algo alcanzable, pero que requiere esfuerzo y constancia; se trata de la disciplina. Es trabajo del escritor tiene mucho de inspiración pero también algo —bastante— de transpiración, dijo alguien con un gran criterio. La disciplina es absolutamente necesaria para que el escritor lleve su obra a buen puerto. Y solo las carreras literarias basadas en la disciplina para trabajar y crear son las que tienen largo recorrido editorial, no nos engañemos. Porque ¿qué ocurre cuando las musas abandonan al escritor? Ya hemos comentado antes que escribir es una combinación de inspiración y transpiración. Muchos escritores han experimentado grandes momentos creativos en los que palabras e ideas fluyen por el teclado del ordenador. Pero también hay momentos en los que el escritor sufre una experiencia opuesta; las palabras no acuden y la fuente de ideas está temporalmente seca. La conclusión es que el escritor no debe fiarse al cien por cien de la inspiración y debe recurrir habitualmente al trabajo, a la planificación y a la transpiración escribiendo cada día… Os dejo algunas observaciones para afrontar el dilema del escritor de la inspiración-transpiración cuando estéis escribiendo vuestra novela:
1. La disciplina en el trabajo te conducirá a la inspiración.
2. El trabajo diario del escritor y su paciencia será lo que atraiga la inspiración que necesita. Pero hay que seguir escribiendo, planificando, organizando la obra, buscando información…
3. La inspiración se esconde en rincones de la mente que hay que provocar e incitar. Las ideas no llegan solas, hay que trabajarlas.
4. No creas que las grandes obras nacen tan solo de la inspiración del autor. Las mejores obras están muy pensadas y no son únicamente el resultado de un encuentro del escritor con las musas.
5. La inspiración puede llegar primero, pero el trabajo tiene que venir después. O viceversa, primero el trabajo de sillón, luego las musas…
6. Una vez que has empezado a escribir, es muy posible que s en el momento de pulir tu obra sea cuando encuentres más inspiración e ideas para continuar.
7. Primero déjate llevar y escribe… que fluyan las palabras y las ideas aunque sea sin pensar. Esto es el borrador de tu obra, la llave para encontrar la inspiración que estás buscando en esos momentos en los que te faltan las palabras. Y esto se tiene que hacer todos los días con disciplina.
8. No menosprecies el trabajo que exige crear un texto, no lo bases todo en la inspiración. Cuando tengas que trabajar las palabras, hazlo y cuando encuentres inspiración, que sea bienvenida y no la dejes escapar.
Escribe cada día, saca brillo y pule tu escritura; cuanto mejor escribas, más cuidadoso y atento serás con tus palabras antes de las lean los demás.
Imagen: Photo Dollar Club