Cuando un autor novel se dirige a un agente literario o a una editorial  con una carta de presentación sobre su libro, debe evitar cometer una serie de errores que podrían provocar que el editor o agente decida no echarle una mirada a tu manuscrito. Aquí os dejo unos cuantos errores habituales en las cartas que se envían y que debéis evitar a toda costa:

1. No pongas señuelos del tipo pregunta retórica.

Si empiezas tu carta con una pregunta del tipo “¿Qué ocurriría si te encuentras atrapado en una cabaña en medio del bosque, herido, sin móvil y con la única ayuda de un atractivo extraño que resulta ser un asesino en serie?” Es mejor que empieces contando los hechos que suceden en tu libro, ya que si recurres al truco de la pregunta retórica, el lector de tu carta puede sentirse manipulado para crear una falsa impresión en lugar de informarle sobre lo que realmente ocurre en el libro.

2. Descripciones infladas del argumento

El problema empieza cuando un autor tiene que describir el argumento del libro recurriendo a demasiados personajes secundarios, en lugar de utilizar el personaje principal como gancho; o cuando la descripción del argumento es más temática que sobre lo que verdaderamente impulsa a la trama (p. Ej. “Este libro trata sobre la injusticia y el acoso); o cuando se describe todo el argumento, incluido el final, en lugar de utilizar el argumento como “señuelo” para intrigar al lector…

3. Una presentación desaliñada

Hablaríamos en esta caso de una carta de presentación impresa: si tu carta está mal redactada, desordenada, está impresa en un papel barato o es una fotocopia, si se abusa de las palabras en mayúsculas, el tipo de letra no es fácil de leer… esta cuestiones afectan mucho a la primera imagen que da un autor sobre su libro. En el caso de que se envíe un mail, hay que cuidar que además de la presentación, la redacción y la ortografía, que el texto esté bien formateado y que no cambie de formato al enviarlo por correo electrónico.

4. Citar otros manuscritos que hayas escrito o otros libros autopublicados.

Si ya habías escrito otros libros que no se han publicado, es mejor que no los menciones. Si lo haces, el agente o editor pensará que si acepta tu manuscrito, le insistirás en que represente también los anteriores, que por alguna razón, no se han publicado… Esto mismo sirve para tus libros autopublicados, que al menos que hayas vendido una cantidad importante de ejemplares, es mejor que no menciones. Para un agente tus manuscritos no publicados y tus libros autopublicados con pocas ventas significan lo mismo y es probable que no le interesen. Así que céntrate en vender y presentar tu último libro, luego ya vendrá lo demás.

5. Biografías con “múltiples personalidades”

Es frecuente que los agentes o editores se encuentren con biografías de autores que empiezan presentándose en primera persona y terminan haciéndolo en tercera. ¡Cuidado con los pronombres que se escapan de tu control! También hay que vigilar el uso de tiempos verbales en las cartas de presentación que suelen empezar en presente y terminan en pasado

6. No exageres tu modestia.

Aunque es aconsejable practicar la humildad y ser modestos en determinados momentos y no hacer gala de una gran arrogancia, no destaques tu falta de experiencia en la carta de presentación. Es mejor mostrar confianza en ti mism@ que empezar hablando de tu falta de experiencia. Pero sin pasarse… No hace falta presumir, solo evitar hablar de lo que no te conviene que se sepa.

 

Imagen: PhotoDollarClub