Cuando terminas el primer borrador de tu novela y escribes en la última página el tan esperado “FIN”, llega el momento en el que puedes decir: “He escrito una novela”. Pero la verdad es que no has terminado tu novela, y  importante que lo asumas. Lo que has terminado es el primer borrador, pero no tu novela que a partir de ahora tendrás que someter a una rescritura y a una revisión a fondo. Y siento decirte que la reescritura puede resultar más complicada y trabajosa que la escritura del borrador de tu novela.

El primer borrador de tu novela es tu deseo de escribirla pero la rescritura de ese borrador es lo que fortalece la trama y el argumento para convertir tu novela en una historia publicable y que llegará a los lectores. Aquí tienes cinco estrategias que te ayudarán en la reescritura de tu novela, tenlas en cuentas:

 1. Acepta tus dudas

Cuando vuelves a leer tu novela una vez terminada y piensas en la revisión y en la reescritura, te asaltan esas nubes negras llamadas dudas. No te preocupes, acéptalas, sé escéptico con tus propios textos o pide consejo a un asesor literario. Pero sobre todo sé humilde con las crítica, no intentes justificarlo todo. Si algo es mejorable, mejóralo. Tienes que ser valiente para cortar lo que no te sirva y para mejorar los aspectos débiles. Que cada palabra tenga su sentido, cada personaje sea creíble y cada escena haga avanzar la acción si lo necesita  la trama de tu novela.

 2. Revisa la estructura y el fondo de tu novela y analízala

Nunca es tarde para conseguir que la estructura y el fondo de tu novela sean sólidos y con sentido. Ahora es el momento de comprobar  cuestiones como qué hechos, situaciones y  riesgos afronta tu personaje; cómo cambia y evoluciona la final; qué papel tienen los personajes secundarios…

Debes saber cuántos capítulos has escrito y por qué; cómo empieza cada uno y cómo termina; cuáles son los momentos clave y los giros de la novela; cuántas escenas tiene cada capítulo;  si está el clímax de tu novela demasiado cerca al desenlace y no a mitad novela; o si el desenlace sucede en un  momento propicio para la resolución de la trama…

Trabajar en la estructura de tu novela  puede resultar un ejercicio de examen bastante duro. Pero no es el momento de sentimentalismos que nos impidan eliminar aquello que sobra en la novela. Sé valiente y decidido.

 3. ¿Funciona la caracterización de tus personajes?

Una vez que hemos revisado la estructura y ya sabemos que funciona, le toca el turno a los personajes y su caracterización. ¿Has usado particularidades para describirlos? ¿El lector puede  ver cuáles son las motivaciones  de los protagonistas? Intenta detectar en tu primer borrador cualquier  grieta en las conversaciones. No dejes que la prosa decaiga y que las conversaciones resulten banales.

 4. Escucha tu novela en voz alta

Nada te ayudará más como leer tu novela para detectar por dónde chirría. Pero es incluso mejor si lo lee otra voz que no sea la tuya, te ayudará a “escucharlo” mejor. Hay programas que te permiten escuchar tus documentos. Descárgate uno y haz la prueba. De esta manera podrás detectar errores de aliteración,  asonancia, consonancia que surjan de cada frase o párrafo

 5. Sigue trabajando en tu primer borrador aun cuando creas que ya está perfecto

Sigue leyendo libros  y manuales de escritura para continuar mejorando tus habilidades literarias. Muchos autores se quedan atrapados en el limbo de los  no publicados por no haber revisado bien sus manuscritos. Pero si lo haces  en serio, con cuidado y atención,  tus esfuerzos  conseguirán que tu novela llegue a los lectores. No te rindas. Los esfuerzos que hagas por reescribir y revisar tu novela le sacarán partido a todos sus puntos fuertes y te harán descartar los puntos débiles.

 

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