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De todas las herramientas que utiliza un escritor, la más importante es la trama. Y para que la trama de vuestras novelas no se convierta en un callejón sin salida o en una eterna sala de espera en la que nunca ocurre nada, os recomiendo la lectura Cómo NO escribir una novela. 200 errores clásicos y cómo evitarlos de Howard Mittelmark y Sandra Newman, publicado por Seix Barral. Un manual muy práctico, interesante y ameno lleno de consejos, ejemplos y trucos sobre como evitar las trampas en las que menudo cae un escritor novel. Con una estrategias muy claras, el libro explica que una buena trama es la clave para conseguir que el lector siga leyendo. Da lo mismo si la trama es de intriga, romántica, histórica, suspense o aventuras, lo importante es que el lector quiera saber qué va a pasar a continuación. Si la trama no provoca interés, entonces es que no existe tal trama. Os dejo algunos de las estrategias del libro para que vuestras tramas enganchen al lector desde el primer capítulo y os aconsejo que os lo leáis. Os será de gran ayuda.

1. El calcetín perdido o cuando la historia es demasiado endeble

La historia central de la novela debe ser lo suficientemente importante como para cambiarle la vida a alguien y debe ser una historia con interés para mucha gente. Uno de los errores de muchos escritores es pensar que lo que les interesa a ellos le interesa a todo el mundo.

2. La sala de espera o cuando la historia no comienza nunca

Esto ocurre cuando el autor va acumulando escenas interminables para poner al lector en antecedentes sin que haya ninguna historia principal a la vista. Si en la página 50 el lector no sabe porque es tan importante todo lo que está pasando, entonces es que algo falla. Hay que evitar crear escenas que sean simples escenarios para que un personaje recuerde o medite sobre su pasado. Esta información ya la dará en las escenas en las que realmente pase algo. Analiza cual es el primer hecho importante que ocurre en tu novela y suprime lo que hayas contado antes y si es información importante, intenta hacer que sea lo más breve posible

3. Un despegue demasiado rápido o cuando nos cuentan la infancia de un personaje sin motivo ni razón

Muchos autores comienzan sus historias sobre un hombre de cuarenta años arrancando cuando este tenía cinco. E incluso algunos continúan con sus hazañas cuando este hombre tenía diez, quince o veinte años…antes de llegar a la edad que nos importa que es la de cuarenta años. Esto podría hacer pensar que así el escritor nos da detalles sobre la personalidad del personaje, pero lo que el lector quiere es una historia, no una sesión de psicoanálisis. A veces, la diferencia entre una buena historia y otra que hace bostezar es precisamente el relato de la infancia. El escritor debe conocer a sus personajes, pero esto no quiere decir que deba compartir toda la información. La función del escritor es contar una historia al lector.

4. La sesión de fotos de las vacaciones o cuando en vez de una historia nos cuentas el paisaje

Lo importante en tu historia no es cuántos bazares has visitado o en cuántas islas exóticas has estado, si no lo que ocurre en esos bazares y en estas islas. Si tu personaje está en un exótico bazar descrito con todo detalle pero no hace nada, entonces estamos de nuevo en una sala de espera muy exótica, pero en una sala de espera… en la que no sucede nada.

Estos son solo cuatro de los errores que se citan en este libro, que está repleto de consejos muy interesantes para el escritor. Os animo a que os lo leáis  y para terminar, os dejo este consejo para tener muy en cuenta:

“Como escritor, solo tienes un trabajo: hacer que el lector siga leyendo”

 

Fuente: Como no escribir una novela. Seix Barral

Imagen de Free Digital Photos decida por Khunaspix