Los protagonistas de una novela tienen que evolucionar a lo largo de la historia, pero el resto de personajes también tiene que experimentar, de alguna manera, cambios y transformaciones si son relevantes  para conseguir que la acción avance. Os dejo algunas cuestiones sobre vuestros personajes que os ayudarán a que sean más dinámicos para que la acción y la trama se muevan y no se estanquen en los propios personajes:

 1. Diálogos y comportamiento

Cada personaje debería diferenciarse del resto por la manera en la que habla hasta en cómo se comporta. Es muy importante que tus personajes no se parezcan entre ellos y que no hablen y se muevan de la misma manera como clones. Dales personalidad.

 2. Sus objetivos

Alguien dijo que son los objetivos de los personajes los que mueven las historias y las hacen avanzar. Estos objetivos pueden ser más sencillos, como que el personaje quiera cambiarse de casa o más complejos, como que un personaje quiera robar un banco. Piensa que cada personaje de tu historia debería moverse por un objetivo.

 3. Posición en el mundo

Es importante saber a qué se dedican tus personajes, cuál es su profesión, cómo es su día a día si esto es importante para la historia. ¿Dónde viven? ¿Cómo se relaciona con sus amigos, con su familia? ¿Tiene jefes? ¿Empleados? Todo importa, no lo olvides, siempre que sea importante para la trama y que haga avanzar la acción.

 4. Talentos y habilidades

Las habilidades y los talentos de tus personajes pueden salvarles de una situación peligrosa, pueden hacerles tomar decisiones acertadas o equivocadas, pueden llevarles a cometer un crimen o a salvar el mundo… ¿Qué habilidades tienen? ¿Cuáles les faltan? ¿Cuáles pueden llegar a conseguir a lo largo de la historia? Piénsalo, te dará mucho juego en tu novela.

 5. Cómo se llaman

No es lo mismo llamarse Mariana que Aurelia, ni es lo mismo llamarse Óscar que Eladio… ¿verdad? Es importante que los nombres que elijas para tus personajes encajen con su personalidad y con su función en la historia. Si aciertas con el nombre el lector los recordará más y mejor.

 6. Propósito

Saber identificar el propósito que cada personaje tiene en la historia es fundamental. No todos tienen la misma función en la trama y ni el propósito de todos los personajes tiene la misma importancia. No te olvides de este aspecto.

 7. Debilidades y fortalezas

Puede que el malvado de la novela a veces tenga buenos sentimientos y cuide de su madre enferma aunque sea un asesino a sueldo y  que los héroes a veces se equivoquen y se olviden de que habían prometido ir a la actuación de navidad de su hija pequeña…. Todas estas cosas humanizan a tus personajes que no tienen por qué ser malos súper malos o más buenos que el pan. Intenta explotar el lado positivo y el lado negativo de tus personajes. Los hará más creíbles.

 8. Familia y amigos

El círculo familiar y de amistades de algunos de tus personajes puede que sea importante para la trama y para la historia. Si no es así, intenta que no aparezcan todos los primos segundos, tíos, amigos de la infancia… etc. Si sus relaciones no aportan nada interesante a la historia, no son necesarios. Los amigos y familiares que aparezcan a lo largo de la historia tiene que ayudar a componer la personalidad de ese personaje, eso sí es importante.

 9. Oponentes

El personaje oponente no tiene por qué ser necesariamente alguien malvado, sino más bien alguien que interfiere en el logro de los objetivos de tu personaje principal poniéndole las cosas difíciles para que tu protagonista no consiga llegar a su meta o tarde más en conseguirlo.

 10. Afrontar miedos

¿A qué le teme tu personaje? ¿Podrá enfrentarse a ello? ¿Cómo lo hará? Esto puede darle mucho interés a la historia. Los personajes pueden tener miedos aunque no lleguen a enfrentarse a ellos ni superarlos.